Luz constante en nuestra retina, móvil, ordenador, tubos fluorescentes de oficina liquidan nuestras energías mentales. Encerrados subterráneamente durante más de una hora al día en una cápsula con puertas herméticas por las cuales no circula ni una sola brizna de aire, compartimos tres centímetros cuadrados con cinco personas acompañados por los respectivos bajos de las respectivas canciones que se reproducen en sus auriculares. Fila india por escaleras de metal, pasos apresurados para salir de allí.
sentirse atrapado en esta rauda sociedad o una enfermedad causada por la artificialidad que nos rodea
“Las grajillas viven en colonias. El macho más valiente es el líder. Consigue la hembra más hermosa y el mejor lugar para construir un nido. Pero él tiene que hacer algo para obtener el mejor lugar. Tiene que ser valiente, ser el grajo menos miedoso, ser fuerte. Si hay peligro, tiene que ser el primero en llegar»
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